El Jueves Santo se celebró la misa de la Cena del Señor, con el lavado de los pies. El altar se dispuso de otra forma -como un modo de que hubiera más cercanía con los fieles- y estaba bellamente decorado con uvas y panes, los que al término de la Eucaristía fueron repartidos entre los asistentes. Posteriormente éstos fueron en procesión detrás del padre Rodrigo, a adorar al Señor en el Monumento.
El Viernes Santo, en la mañana, el Obispo Auxiliar de Santiago, monseñor Fernando Ramos, vino a predicar un retiro donde, durante la primera parte, analizó a los personajes que aparecen en la Pasión del Señor en el Evangelio de San Juan, mientras que en la segunda parte, se refirió a las crisis de fe, cómo superarlas y a las falsas imágenes que tenemos de Dios.
Durante la tarde, con mucho recogimiento, se realizó la ceremonia de la Adoración de la Cruz y el Vía Crucis.
El Sábado Santo, durante la mañana, nuestro párroco, el padre Rodrigo Domínguez predicó el retiro: Esperando la gloriosa Resurrección. Posteriormente, ese mismo día en la tarde, presidió la solemne Vigilia Pascual, para celebrar el paso de la muerte a la vida de Nuestro Señor. Durante la misa, los fieles, llevaron sus velas que fueron encendidas con la luz del Cirio Pascual y en la oportunidad, también renovaron sus promesas bautismales.
¡Aleluya! ¡Jesús Resucitó!