En su homilía el padre Rodrigo expresó su gran cariño por María Madre de Misericordia y sus fieles y dio gracias al Señor por estos 11 años como párroco de esta. También agradeció a Dios por algunos frutos e hitos importantes de la historia de la parroquia y de su vida en este periodo entre los que destacan: la Capilla de Adoración al Santísimo, fuente de tantas bendiciones para la comunidad; la vocación sacerdotal de 3 jóvenes de esta; la labor de tantos laicos en las diferentes pastorales; los 25 años de vida la parroquia; haber cumplido él aquí 25 años de sacerdote (hecho importante dentro de sus 35 años de sacerdocio); y la partida de su mamá quien vivía con él a la casa del Padre durante su estancia en esta comunidad.
¡Gracias padre Rodrigo por toda su entrega a nuestra comunidad!